Introducción a la comunicación oral y escrita
Introducción a la comunicación oral y escrita
Todos los seres humanos nos comunicamos, es una de
las características que nos diferencian de otros seres vivos. El aprendizaje de
un lenguaje es un proceso complejo, que a diferencia de lo que muchos creen, no
es natural, puesto que no lo hacemos por reflejo, sino que nos toma años de
práctica y escolaridad para utilizarlo con maestría.
Pese a que la comunicación nos resulta normal,
siempre es necesario aclarar ciertos conceptos para lograr que el mensaje que
vayamos a dar no se malinterprete y sea lo más efectivo posible. Este pequeño
documento tiene como objetivo brindar términos básicos que se necesitarán para
el curso, de modo que se puedan mejorar las técnicas de comunicación que ya
todos tenemos.
Comunicación
La comunicación es el proceso en el cual un emisor
envía a un mensaje a un receptor, mediante un canal (la voz, un teléfono, un
correo electrónico, etc.) utilizando un código, que sería el lenguaje.
Comunicación oral y
escrita
En el proceso de
comunicación vamos a encontrar dos tipos definidos: la comunicación oral,
que se realiza cuando se producen fonemas, los cuales son percibidos por el
oído, y, por otro lado, tenemos la comunicación escrita, la cual se
realiza mediante grafemas plasmados en papel, pantallas, carteles, etc. Para
dicho fin necesitamos de la vista, o el tacto, en caso del lenguaje Braille.
Registros formales vs
informales
Para efectos de este curso, vamos a trabajar con el
registro oral y el escrito. Tradicionalmente se ha dicho que el registro
escrito es más formal que el oral, sin embargo, esta afirmación es falsa,
puesto que, actualmente nos comunicamos de forma escrita con medios no formales
(como las conversaciones por WhatsApp), así como tenemos comunicaciones
escritas formales—comunicados de trabajo, tesis, etc.—. De la misma manera,
debemos distinguir entre la formalidad (que se aplica a ámbitos
profesionales o académicos) y la informalidad (que aplica a las
conversaciones con amigos, familia).
Para el registro formal vamos a usar un
lenguaje culto, un lenguaje estándar, el cual puede tener tecnicismos.
No puede tener vulgarismos ni regionalismos, puesto
que oscurecerían el mensaje.
El lenguaje
informal por su parte es más coloquial, tiene modismos, regionalismos,
vulgarismos, etc. Es, en general, más familiar.
Lengua y habla
Para aplicar correctamente los criterios de
formalidad, vamos a necesitar de dos definiciones claves: la lengua y el habla.
En los estudios lingüísticos se ha definido la lengua como todo el
conjunto de reglas que organizan un lenguaje. Aquí entran en juego la
gramática, la sintaxis, la ortografía, etc., las cuales nos darán las reglas y
la estructura del lenguaje.
Por otro lado, está el habla, que es más
espontánea, más inconsciente. El habla es la aplicación de la lengua. En este
sentido, el registro oral está más asociado con el habla, puesto que suele ser
más espontáneo. Normalmente, en las conversaciones con los amigos o familiares,
no pensamos mucho antes de hablar, por eso lo más común es tener que corregir,
repetir o explicar lo que se ha dicho con anterioridad.
Muchos de los problemas que la gente tiene a la hora
de escribir surgen porque escriben de la misma forma en la que hablan, es
decir, que utilizan las mismas estructuras espontáneas e inconscientes a la
hora de escribir.
Redactar no es lo mismo
que componer
Antes de empezar a escribir, es importante conocer la
diferencia entre redactar y componer. Normalmente, el término redacción
se utiliza para referirse a la escritura de textos que se basan en hechos,
datos, sucesos; es decir, la redacción trata con textos más realistas, más
comprobables; de ahí que haya poco espacio para la fantasía o la elaboración
artística e imaginativa.
Ejemplos de este
tipo de textos son los informes académicos, tesis, artículos científicos,
manuales, artículos periodísticos, libros de historia, reportes laborales, etc.
Por otra parte, la composición se refiere a los
textos escritos de forma más creativa, más artística. En este sentido se trata
de textos más fantasiosos, cuya estructura es más libre.
Entre este tipo
de trabajos encontramos los textos literarios (poesía, novela, cuento, teatro)
Cualidades de la comunicación escrita
Características del
texto escrito
Una vez que hemos aprendido la diferencia entre
redactar y componer, es necesario conocer las cualidades de la comunicación
escrita.
Todo texto escrito debe tener claridad, es
decir, que no ocupe mayor explicación para entenderse.
Debe tener concisión; lo que significa que debe
tener las palabras adecuadas y necesarias. Muchas veces pensamos que escribir
de más hará el texto mejor, sin embargo, no es una buena idea, pues puede
oscurecer el mensaje.
Todo texto escrito debe ser sencillo: debe
transmitir el mensaje de forma natural, sin mayor afectación; es decir, que su
lenguaje no sea oscuro ni difícil de interpretar.
Finalmente, todo
texto debe tener coherencia, es decir, debe tener un orden lógico, que
se consigue mediante la introducción, el desarrollo y la conclusión del texto.
Estructura
de un escrito
Como lo mencionamos anteriormente, para que un texto
tenga coherencia debe tener una estructura lógica, la cual se logra mediante la
introducción, el desarrollo y la conclusión.
En la introducción damos un contexto, y
mencionamos de lo que hablaremos sin dar muchos detalles. El propósito es que
el lector tenga una idea de lo que encontrará en el texto.
El desarrollo es la parte en la que explicamos,
ejemplificamos, comparamos, etc. Es la parte en la cual podemos dar todos los
detalles sobre el tema que describimos.
Por último, la conclusión
es la parte en la que resumimos, repasamos lo que se habló. En la conclusión se
resalta la importancia del tema y se sintetizan las sugerencias o
planteamientos del escrito.
Propiedades
de las palabras
Cuando vayamos a
escribir o a hablar en contexto formal, es importante tener en cuenta las
diferentes propiedades de las palabras, puesto que muchas veces el mensaje no
se comprende correctamente por el uso inadecuado de ciertos términos. Muchas
veces pasa por desconocimiento de las palabras o por la confusión con otras
palabras similares; así para evitar vicios de lenguaje, es necesario conocer
las palabras y sus cualidades.
Entre las
propiedades de las palabras tenemos:
La sinonimia:
ocurre con palabras que tienen significados similares, pero tienen escritura
diferente. Es muy útil saber esto para evitar la repetición innecesaria de
palabras. Por ejemplo, los vocablos poseer, tener; caminar, andar; elefante,
paquidermo, etc.
La antonimia,
al contrario, ocurre con palabras que tienen significados opuestos. Ejemplos: ir,
venir; salir, entrar; alto, bajo.
Por otra parte,
hay otras características de las palabras que van más de la mano con sus
significados y las cargas ideológicas o sociales que puedan tener. Tal es el
caso de las palabras tabúes y los eufemismos.
Se denomina palabra
tabú a aquella que, siendo correcta, se considera vulgar u ofensiva,
principalmente porque se refiere a temas que se consideran sucios, vulgares,
desagradables o políticamente incorrectos. En muchos casos, se sustituye por un
eufemismo. Por ejemplo, palabras relacionadas con la sexualidad, las etnias,
condiciones físicas. Prostituta/trabajadora del sexo; pene/pipi;
negro/persona de color, etc.
Es importante señalar
que las palabras tabúes no son vulgarismos, sino que se evitan porque la
gente las considera ofensivas.
Los eufemismos
son palabras que se usan para sustituir las palabras tabúes, pues se consideran
políticamente más aceptables. Por ejemplo: conflicto armado/guerra; no
vidente/ciego, persona de color/negro, etc.
Finalmente,
tenemos otra característica de las palabras, la cual va de la mano del contexto
social en el cual se realicen. Las palabras por sí mismas no tienen ningún
significado, sino que dependen de su contexto, de su entorno, en este sentido,
encontramos dos características: el valor denotativo y el valor connotativo.
El valor
denotativo
es el significado literal de la palabra. Por ejemplo: perro: animal cuadrúpedo
de la familia de los cánidos. Es el significado primero, estándar.
Por otra parte, el
valor connotativo es un significado más metafórico, así, por ejemplo, la
palabra perro en nuestra sociedad puede significar: hombre que
frecuenta romántica y sexualmente a muchas mujeres sin importar si tiene pareja
estable o no; mujeriego. Promiscuo.
El valor
connotativo da paso al cambio semántico consciente, que es utilizar el
lenguaje en sentido metafórico, por ejemplo, cuando decimos que una persona es
una tortuga porque es muy lenta, o en expresiones como “no tengo harina”
en vez de decir: “no tengo dinero”.
Presentación
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